«Corazón cariñoso que odia abismos bastos y sombríos,
del luminoso pasado recoge infinitos vestigios.
El sol se sumió en su propia sangre coagulada.
¡Y en mí brilla tu recuerdo igual que una custodia!»
Spleen, en francés, representa el estado de melancolía, popularizado por el poeta Charles-Pierre Baudelaire autor del pequeño fragmento de esta entrada que corresponde a una parte del poema «Armonía del atardecer«.
No es mi deseo hacer aquí un texto sobre la poesía oscurista y bella del escritor, y tampoco verter textos o reflexiones. Pero si decir que cierta lectura en tiempos de mi adolescencia cultivaron un cierto gusto por las sombras, el silencio y la quietud. Gustos que sigo alimentando hoy día con literatura, arte y como no, fotografía.
Esta serie de fotografías fueron hechas en las últimas horas de una tarde de lluvia y mucha humedad. Circunstancias que propiciaron lánguidos minutos de silencio, que solo eran rotos por mis pasos y el obturador de la cámara. La luz gradualmente perdía su fuerza y como un temporizador me recordaba el poco tiempo que me quedaba para hacer algunas fotos, pues amante de la luz natural siempre salgo sin flash ni trípode. El resultado final no quedó muy lejos de mi primitiva intención, proyectar con melancolía la decadencia del abandono.
Las ideas no tienen por qué ser ambiciosas ni tener un alcance amplio. No ignores ideas fotográficas que parezcan obvias o que te resultan familiares. Muchas personas dan las cosas por hecho y, cuando las ven bajo una nueva perspectiva, se sorprenden.