Hay veces en que, por más sitios que hayas visto, te das cuenta de que la historia que estas buscando estuvo ahí. Un parking y dos hermanos skaters, una tarde de verano sin muchas pretensiones. Se ha escrito mejor, e incluso se han hecho mejores crónicas gráficas, pero esta es la nuestra.
Las duras ruedas de los skates al caer sobre el suelo después de algún «ollie» quebraban el silencio que reinaba en el parking, también algunas risas o gritos de ánimo y aprobación se apoderaban del ambiente. La dura arquitectura del CUVI fue el escenario para nuestra actuación.
Desde su nacimiento el skate fue creciendo pero no sería hasta la década de los 70´ cuando empezaria a madurar. A día de hoy se ha transformado en una gigantesca cultura que mueve muchos intereses por todo el globo, no obstante la esencia y origen está en aquellos anónimos que lo practican y lo disfrutan como un estilo de vida, sin otra meta que liberar un destello de espíritu libre y disfrutar siendo ellos mismos.
